jueves, 27 de mayo de 2010

Azul


Azul, el silencio, tu silencio, el silencio bajo el agua, el tarro de leche con miel entre mis manos, una nueva canción, tu cabeza en mi almohada, las voces del río, la magia en las palabras, lo absoluto en la poesía, la sonrisa de mi madre, el calor de un buen vino, la sinceridad del amigo, la luz en tu piel, la verdad de las montañas, la duda en las bóvedas, aquellas braguitas el día que se te rompió el pantalón, la vuelta a la calma, comprender, cruzar la línea, el fin del dolor, la precisión de la poesía.


martes, 25 de mayo de 2010

El stress de una liebre


Aunque ahora mismo no puedo correr porque la semana pasada sali dos días seguidos y se me resintió un gemelo, el domingo en la Media de Ciudad Rodrigo tengo la intención de marchar en el papel de liebre para los que quieran llegar con un tiempo de 1:30.Confiemos en que la responsabilidad -vía adrenalina- y la experiencia supla mis problemas físicos y los interrogantes sobre mi estado de forma. Hasta el domingo, algún día de bici. Nunca creí que me iba a ver yo en una de éstas. Voy a estar más nerviosillo que en cualquier carrera porque he visto muchas veces como los atletas, cual galgos en campos de Castilla, ladran a las liebres: que si vas rápido, que si vas lento, que no cambies el ritmo. En fin, ya os contaré el lunes la experiencia. Espero no ser motivo de chanza en los foros.

Este post lo he preparado para ver si a última hora, alguno que todavía se lo esté pensando, se anima a ser de la partida el domingo.

La cosa va sobre ruedas. Nos habíamos planteado 200 atletas como límite pero al final vamos a superar ampliamente esa cifra. Como novedad, después de la carrera, no vamos a tener el clásico pincho sino que además vamos a preparar una paella y huevos con farinato. Un circuito para volar, una gran bolsa del corredor, una ciudad preciosa. Ale, ya estáis tardando, que mañana se acaba el plazo.

Confío plenamente en que será la mejor edición de todas las que celebramos años ha, sobre todo por la dirección de Juan Carlos, un tipo perfeccionista y con una ganas tremendas de trabajar y hacer las cosas bien.


Como canción os dejo a los escoceses The Waterboys de los ochenta. Rock con influencias folk; seguro que muchos recordáis aquella maravilla llamada "Fisherman´s Blues". Hace unos años los vi en Salamanca y me dio la impresión de que el sonido había envejecido mal aunque tienen bastantes clásicos imperecederos, entre ellos, el que os dejo, "The Whole of the Moon". Cuando hace unas semanas charlaron sobre ellos en alguno de los blogs musicales que leo, recordé una anécdota sobre su composición. Contaba su líder, Mike Scott, que un día su novia le preguntó si era difícil escribir canciones. Él rápidamente le contestó que no, para a continuación anotar en un papel:


I picture the rainbow
You held it in your hand...


Y escribió dos estrofas y el estribillo para después ponerle música. Mike consideraba que cada canción era un regalo. Que también lo disfrutéis vosotros.

lunes, 24 de mayo de 2010

Canciones de boda


Ayer estrené el río. En febrero nadé veinte kilómetros en la piscina. Como no tenía ningún triatlón a corto plazo y la piscina no me va mucho, lo dejé. Ahora estamos a un mes del medio ironman de Buelna y hay que ponerse en marcha. Con este calor ya se puede bajar al río. LLevé el neopreno pero no hace falta. El agua está fría pero se tolera para empezar a nadar. 23 de Mayo. No está mal. El año pasado aguantamos hasta el 13 de Octubre. A ver si conseguimos volver a estirar tanto la temporada.


El sábado tocó boda familiar. Mi prima Mónica emparenta con una antiguo Campéon de España de BMX, Fernando. Una pareja fabulosa, muy buena gente. En principio me espantan este tipo de funciones pero reconozco que al final siempre me lo paso bien. Desde que Ironmanu me dijo que con traje parecía Francisco Camps, inconscientemente estoy más inclinado a creer en su incocencia. Entre eso y mis extraños sueños con Soraya -¡es mi instructora de natación!-, voy a acabar afiliándome al PP. Evidentemente esto no va en serio.


Me sorprendió que los novios eligieran para su entrada un tema de Springsteen, concretamente "Tunnel of Love". Escojo otra canción de este irregular disco. Springsteen pasa por una etapa complicada en su vida. Se divorcia de Julianne Philips, una modelo que no consiguió superar el casting para bailar en el vídeo de "Dancing in the Dark" dirigido por Brian de Palma, pero que se llevó el premio gordo, el corazón del Boss. Aquello nunca funcionó y el disco refleja el mal momento sentimental por el que Bruce atraviesa. En tiempos, muchos ya pensábamos que a la figura del último "working class hero" no le iba bien una modelo. Para conseguir la felicidad, le birló la novia a su guitarrista, Nils Lofgren. Actualmente, con Patti Scialfa, forma una de las parejas más estables dentro del agitado mundo de la primera división del estrellato del rock and roll. El vídeo es una curiosa e intensa versión de "Tougher than the Rest", solamente con voz y piano.
Y ya que estamos con las bodas, también dejo la canción que suelen poner en el Conde Rodrigo, aquí en Ciudad Rodrigo, cuando entran los novios al comedor. No sé a quién se le ocurriría porque aquí la cultura musical es muy escasa pero es un joyita que no se puede más que disfrutar, "I say a litthe prayer". Aretha Franklin -genuflexión, por favor-, abandona sus desgarros soul para interpretar una almibarada composición de una de las figuras claves de la historia del pop, Burt Bacharach -genuflexión, por favor-. Os sorprendería saber todas las canciones que conocéis desde críos y que compuso este genio. Un día se merece un buen post.




sábado, 22 de mayo de 2010

Miedo al diferente


¿Acaso te pedí, Creador, que de mi arcilla
me hicieses hombre?
¿Acaso te rogué
que de la oscuridad me ascendieses?

Siempre el "Ser o no ser". ¿Por qué sufrir? ¿Por qué vivir? ¿Merece la pena?

El monstruo se siente rechazado y perseguido por su aspecto. La sociedad siempre condena al diferente. Es desdichado y sin embargo quiere vivir. Enlazando con el post sobre "La carretera", ¿de dónde viene ese fanático instinto por la supervivencia?

"La vida, aunque sólo sea una acumulación de angustias, me es preciosa"

Quiere una compañera, quiere ser feliz.

"Yo era amable y bondadoso; la miseria me convirtió en demonio. Hazme feliz y otra vez seré virtuoso".

Justo ahora, cuando acababa de escribir, me he dado cuenta de que es exactamente la misma historia de "El hombre elefante", la extraordinaria película de David Lynch. Un personaje extremadamente inteligente y distinguido rechazado cruelmente por su aspecto.


Anque éste no es el caso ya que al fin y al cabo, no eran más que víctimas, estaba buscando en mi cabeza alguna canción sobre monstruos. Me viene "Mogwai fears Satan" donde aparece también el miedo, motor de ambas obras. Después de la miel del anterior post, un poco de ruido. Aquí sólo puede haber diez minutos. La canción realmente dura dieciséis. Mogwai, post-rock desde Escocia. Un bucle ad aeternum de guitarras sin voces, pedales y volumen, mucho volumen. Tuve la suerte de verlos en directo y es toda una experiencia. No creo que lleguen a los niveles de My Bloody Valentine -tras su vuelta a los escenarios hay una foto muy curiosa que no he encontrado de gran parte del público con las manos en las orejas- o Dinosaur Jr. pero unos tapones no vienen mal. Venga, a ver si hay algún valiente que se vea entero el vídeo. Es bueno porque se ve la reacción del público, tranquilo pero tenso y expectante.

jueves, 20 de mayo de 2010

Quique y el olvido


La anterior ocasión en que vi a Quique González en concierto, actuaba como telonero de Andrés Calamaro, hace tres o cuatro años. Ya llamó mi atención la entrega de un grupillo del público que a mí me pareció bastante amplio por entonces. En el concierto del sábado, de entrada me sorprendió lo heterogéneo de la audiencia, una mezcla de chicos y chicas muy jovenes, "indies" y rockeros de la vieja escuela entraditos en años. Desde el inicio, los primeros son un grupo complaciente, vienen a ver a su ídolo, a pasarlo bien y su rendición se antoja prematura y sin condiciones. El resto, con más horas de vuelo, somos mas críticos, más exigentes... en definitiva, más viejos.

Puesta en escena sobria. Buenos musicos, entre ellos Julián Maeso a los teclados y Toni Jurado a la batería, para un sonido perfecto, puro y transparente. El rock and roll que demandan los textos de Quique, el vehículo idóneo para que su voz desgrane los versos de sus tristes historias.

Su último disco, "Daiquiri Blues", fue grabado en Nashville, quizá la ciudad del mundo con más música en las venas. Allí se valió de grandes músicos americanos, virtuosos de los de verdad, de los que no necesitan hacer alardes para hacer un trabajo excepcional. Además de encargarse del bajo, Brad Jones era el jefe, el productor. Brad es uno de esos tipos que tiene capacidad para transmitir, apasionado y certero en sus retratos. Cuando se enfrentó a la música de Quique, vio que hay canciones pequeñas, íntimas junto a producciones más "cinematográficas" que demandaban otro tratamiento más recargado. Él quería conseguir un sonido atemporal que gustara tanto a sus hijos como a su padre. Precisamente recordaba sus palabras al constatar lo heterogéneo del público.

Y nos da la explicación perfecta: "Quique quiere que la letra tire de lo demás, que sea la cabeza del tren".

Si hay que poner un "pero" al concierto, se echó de menos el "pedal steel" con el que Al Perkins hace daño de verdad en el disco. Es muy gracioso escuchar al inocente y apasionado Quique, relatando su encuentro con Al en el estudio, besando el suelo por donde pisaba "el mejor músico con el que había trabajado jamás". Este hombre ha grabado con Gram Parsons, Bob Dylan, Leonard Cohen, Josh Rouse. Una leyenda. Para Brad Jones es un genio. Al escucha las canciones y durante las sesiones, aunque parezca ausente, no es así; sólo va a tocar las notas justas, las que necesite la canción, "sólo las notas que te romperán el corazón".

Uno de los temas que más trata Quique es el del olvido, el del amor perdido. No me gusta enlazar muchas canciones porque después la gente no las escucha. Dejo las dos con las que cerró el concierto, "Salitre" (elegida por "el rutero" Chinasky en una de sus listas como una de las mejores canciones españolas) y "Aunque tú no lo sepas", basada en un poema de Luis García Montero. Aquí sí tenían "pedal steel", tocado por el maestro Carlos Raya. Para que veáis si se echa o no en falta el instrumento. Además otra que ya puse en su día, "De haberlo sabido", que también trata el tema universal. Seguro que todos tenemos un rostro cuyo contorno dibujan estos versos.






Dejo dos poemas de Ángel González sobre el tema:

Mientras tú existas,

mientras mi mirada

te busque más allá de las colinas,

mientras nada

me llené el corazón,

si no es tu imagen, y haya

una remota posibilidad de que estás viva

en algún sitio iluminada

por una luz -cualquiera...

Mientras

yo presienta que eres y te llamas

así, con ese nombre tuyo

tan pequeño,

seguiré como ahora, amada

mía,

transido de distancia,

bajo este amor que crece y no se muere,

bajo este amor que sigue y nunca acaba


Muerte en el olvido

Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que habita...

martes, 18 de mayo de 2010

Viviendo en el borde

Enlazando con el post anterior, sigo esta vez con personajes, ya no con personas reales, viviendo situación similar, viviendo en los límites, intentando sobrevivir.

El último libro que he leido es "La carretera" de Cormac Mc Carthy.En situación: el mundo no es más que un paisaje apocalíptico teñido de cenizas, frío y sin sol, donde no hay nada, y cuando digo nada, quiero decir abasolutamente NADA. Los protagonistas se dedican a seguir la carretera, camino del sur, tras una quimérica esperanza que todos intuyen mentira. Los únicos seres humanos que habitan el planeta rivalizan por el calor y la escasa comida. El autor nos quiere colocar frente a un mundo sin salida, donde sólo esperas la muerte. ¿Qué camino tomarías? ¿Qué haría un padre con un hijo que sabe de antemano condenado?

La relación entre un hombre y su hijo sorprendentemente maduro da lugar a situaciones tiernas y emocionantes por una parte, terroríficas y truculentas por otra. Los recuerdos y las pesadillas se convierten en tenaces enemigos. El niño quiere olvidar y su padre le contesta: "Olvidas lo que quieres recordar y recuerdas lo que quieres olvidar". En esa situación, el tiempo, el pasado y el futuro carecen de sentido alguno. "¿En qué difiere lo que nunca será de lo que nunca fue?".

Todo el libro no sirve más que para preguntarnos si el hombre, luchando por su supervivencia con sus semejantes, es portador de algún código ético, si tiene sentido que el padre del niño, en un mundo de horror absoluto, inculque a su hijo qué esta bien y qué esta mal. Ellos son "los buenos", ellos llevan "el fuego". ¿Es esto real? ¿Puede un niño de diez años tener interiorizado esos valores hasta el punto de censurar a su padre por un comportamiento éticamente reprobable pero que asegura su supervivencia por unos días más? ¿Es creíble esa figura o es pura fantasía?

El libro es muy recomendable. A los que os guste leer, no os lo penséis, cortito, de lectura ágil y con un vocabulario muy rico. Premio Pulitzer. Tengo ganas de ver la película.


"Welcome" de Philippe Lioret. Ya la recomendó David en su día. Al igual que "Honeymoons", otra película serbia que vi este fin de semana, trata de mostrar el rostro e historia que hay detrás de todas esas cifras de personas que hipotecan su futuro y pierden su vida en busca del "dorado" estilo de vida occidental. Como el mejor cine francés, utiliza pequeñas historias de personajes cercanos para llegarnos dentro. A los franceses a veces se les va la mano con los remedos de "Amelié", cayendo en lo sentimental en el peor sentido del término, como utilización tramposa de las situaciones y las reacciones de los personajes para generar la emoción en el espectador. Cuando la tramoya se hace evidente, no sólo no consigue el objetivo, sino que deviene sonrojante.

No es el caso. La película fluye natural y cercana. No os voy a contar el argumento porque quiero que la veáis -además los triatletas tenéis el cebo de la travesía-. Sólo os digo una cosa, ¿Estarías dispuesto a arriesgar tu vida, cruzando el Canal de la Mancha a nado para reunirte con tu amada? De nuevo, ¿Te enrolarías en el Endurance? De nuevo, ¿Es creíble o es pura fantasía?

Sería reconfortante responder a las preguntas que plantean ambas obras pensando que somos seres especiales, inclinados por naturaleza, dotados de fábrica para hacer cosas no muy cabales, pero que nos hacen mejores, que nos elevan espiritualmente. Sería bonito pensar que realmente somos los portadores del "fuego". Lástima que no exista la justicia poética.
De música os dejo una banda que hacía tiempo tenía ganas de poner, una de las sensaciones de 2009, The XX, a los que en su día ya hizo referencia Popi. Un grupo de pipiolos londinenses de sonido minimalista con reconocibles influencias, desde las melodías de la música "ochentera" más hedonista hasta fraseos de guitarras anclados en Joy Division. Todos de negro, por supuesto. Es que somos chavales atormentados, oscuros, interesantes, muy "shoegazing"... ay madre, la edad. Ya tienen un sonido marca de fábrica, con esos susurros e intercambios de voces entre chico-chica. Suenan bien, pop agradable, veremos cómo evolucionan.


lunes, 17 de mayo de 2010

By endurance we conquer


"By Endurance We Conquer" era la divisa familiar de los Shackleton. "La resistencia nos hace vencer". A fe mía, que estas palabras se grabaron con cincel en el alma del capitán irlandés. Los habituales ya sabéis de mi gusto por este tipo de aventuras. De hecho, el primer post de este blog se le dediqué al tema y a la derecha siempre luce el anuncio de reclutamiento del Endurance, una llamada siempre vigente.
Ayer visitamos la exposición "Atrapados en el hielo". Si os interesa el tema no os la perdáis. Utilizando las numerosas fotografías de Frank Hurley, apasionado miliante de su arte -al loro con la foto de abajo, fijaos dónde se subía el amigo con su "pequeña" cámara o la foto del Endurance de noche con múltiples focos de luz para la ocasión-, la exposición nos plantea un exhaustivo recorrido por la epopeya del "Endurance", el barco con veintiocho tripulantes, que después de la conquista del Polo Sur por Admundsen y el malogrado Scott, pretendía acometer el último gran reto antártico, cruzar el continente.

En pocas palabras, el Endurance en 1914, tenía la intención de atravesar el Mar de Weddell hasta llegar a tierra donde los tripulantes intentarían cruzar la Antártida a pie. Sin embargo, progresivamente las placas de hielo se hicieron más numerosas, hasta llegar un momento en que el mar quedó completamente candado impidiendo su navegación. Poética es la fotografía que abre el post, el Endurance con todo el velamen desplegado y utilizando su máquina de vapor en un esfuerzo inútil por romper el hielo.



Durante varios meses, el barco permanece a la deriva siguiendo el lento discurrir de las corrientes del Mar de Weddell hasta que la presión del hielo se hace insoportable para el barco, que queda destrozado. Tras un periodo extraño en el que Schackleton ha conseguido mantener una rutina que considera sana para la higiene mental de la tripulación, deben abandonar el barco y arrastar a pie las barcas con las provisiones hasta la Isla Elefante en un penoso avance.







Ellos saben que siguen condenados, que nadie los irá a rescatar tan al sur. Hay muchos elementos increíbles en esta odisea pero es en este instante cuando comienza la leyenda. Cinco tripulantes, Shackleton incluido, en una pequeña barca de siete metros de eslora, a través de unos mares muy complicados, guiándose por el sol a través de un sextante que ultiliza Frank Worsley en lo que constituye un hito de la historia de la navegación, consiguen recorrer los 1.300 kilómetros que les separan de las Georgias del Sur, base de los balleneros noruegos.


Esta foto dice mucho. La despedida de la barca, de sus últimas esperanzas.

El grueso de la expedición, con tres intentos fallidos a causa del hielo, aún tuvo que esperar cuatro meses para su rescate. Emotiva es la descripción de Shackleton, acercándose a la playa donde dejó a sus compañeros y desde lejos comenzando el temeroso recuento para al final afirmar: "¡Están todos vivos!". Todo un capitán.

Cambiando de tema, antes de que se me olvide, mención para el otro grupo que se separó la semana pasada, los Sunday Drivers de Toledo. Otro grupo de corte clásico, de medios tiempos facturados con oficio y algunos momentos brillantes. Tuvieron su pequeña porción de gloria, sobre todo en "la Francia" e incluso gozaron del sueño húmedo de cualquier grupo, ser banda sonora de un martilleante anuncio cervezero de verano. Os dejo "Often", quizá su más bonita composición.




jueves, 13 de mayo de 2010

El Ciego Sabino frente a sus límites

La pregunta clave: ¿Hubieras embarcado en el "Endurance" de Shackleton? El Ciego Sabino sí.
El Ciego Sabino tiene una cita importante el sábado, se enfrenta a su segundo Ironman en el Ironcat.

Con síntomas de la nociva enfermedad identificada como "deporte de fondo" desde hace diez años, concretamente desde una carrera de diez kilómetros que se organizaba junto con el Maratón de San Sebastián, no existió medicina eficaz para este mal incurable. Entonces lucía figura que semejaba tonel. Aquel día, con mucho esfuerzo y fuerza de voluntad -las que siguen siendo sus grandes virtudes-, cruzó su primera meta junto a los últimos participantes. Comenzó una lenta pero imparable progresión, ampliando objetivos y bajando tiempos hasta hoy, en que se encuentra en su mejor momento, sin haber alcanzado aún sus límites. Seguimos en marcha hasta el infinito y más allá. La foto con el neopreno es del Olímpico de Villameca de hace dos o tres años. Como a él siempre le gusta decir: "¡el único triatleta con barriga!", lo que ya dice mucho de su carácter. Él ha seguido con su pérdida de peso, aunque como buen jaramugo, sin renunciar a sus buenas comilonas y sus cervezas. Este año ya consiguió unos magníficos 3:11 en maratón y en el Ironcat le gustaría bajar de las 12 horas, aunque como todos sabemos -yo mejor que nadie-, en un Ironman los factores que intervienen son muy variados y de imposible control. Lo consiga o no, seguro que cruza la meta y consigue otra camiseta de "finisher", al fin y al cabo el objetivo con que sueña cualquier triatleta. Sea de una u otra forma, seguro que disfruta la carrera. La sonrisa de la foto le delata, refleja mejor que cualquier explicación, la actitud del Ciego Sabino ante el entreno diario y las pruebas oficiales. Quizá porque viene de más atrás, disfruta más que nadie de los entrenamientos que no perdona y del apretado calendario de competiciones que se plantea cada año. Y que dure, compadre.


Esta semana se han separado dos grupos españoles. Uno de ellos, los catalanes The Unfinished Simpathy, procedentes de la escudería "hardcoreta" del sello B-Core, antes de fichar por Subterfuge. Un estupendo grupo con un gran puñado de canciones que fueron derivando hacia un rock más clásico, menos duro y que, como tantos otros, merecieron más. Sabían lo que se hacían. Aquí una prueba, un estupendo tema que al Ciego le viene al pelo "You´ve got a long run". Efectivamente, una larga, larga carrera a la que sin duda vencerás.
¿Dónde quedó la mítica frase del Líder en tiempos: "Yo voy despacio con el Agus"?


miércoles, 12 de mayo de 2010

Mi camiseta

Ahora que empieza el buen tiempo, excepto en el trabajo, me paso cuatro meses en pantalón corto y camiseta. No recuerdo exactamente cuándo mis camisetas se convirtieron en mis prendas favoritas. Supongo que sería alrededor de los quince, dieciséis años, en los tiempos de los pedidos a Discoplay. En aquellos años soñaba con camisetas de Springsteen, Clapton, Lou Reed, Loquillo, que nunca conseguí. Después sí, después fueron llegando muchas que todavía conservo de muchos festivales y conciertos, de nuevas bandas unidas a periodos concretos y diferentes de mi vida, unidas a recuerdos muy especiales: Planetas, Brian Wilson, Belle & Sebastian, Doors, Pearl Jam, Smiths, Beth Gibbons.
Es algo inherente a la adolescencia, el querer revindicarse, expresarse a través del mensaje, de la obra de alguien a quien no conoces pero con quien conectas en la oscuridad de tu habitación, cuyos versos expresan mejor que tú mismo, lo que devora tu interior. En esos complicados años, por un lado quieres diferenciarte, decir "soy distinto a la mayoría" pero por otra parte necesitas formar parte de un grupo, y eso nos lo dio, se lo sigue dando a las nuevas generaciones, la música, el rock and roll. Eran como nuestras pinturas de guerra. Quizá es algo infantil pero me gusta no haber perdido completamente esa actitud romántica, ese vínculo que aún me une a una etapa ya remota en mi vida.

Hace relativamente poco tiempo, si veías a una chica con una camiseta de Johnny Cash , sabías que podía ser interesante. Ahora no significa una mierda. La puede haber comprado en la planta "indie" de unos grandes almacenes -como dice Ironmanu- y no saber que el nombre que lleva escrito en el pecho es el de una persona real. Para muchos, el rock and roll se convirtió en una marca vacía de significado, pero que a ratos mola. Frivolizar con algo que a tantos nos llega tan adentro, no es más que blasfemia. Si alguien se atreve a llevar una camiseta de los Who, sin saber quién es Keith Moon, no es más que otro síntoma de la decadencia de la civilización occidental -ni siquiera el autor sabe si aquí hay rastro de ironía-, un aspecto más de la crónica banalización de esta sociedad. Nada significa nada.
Después llegó el deporte a mi vida y empecé a llevar alguna de las camisetas de mis primeras medias maratones hasta literalmente convertirlas en harapos. Recuerdo la ilusión de mis primeras carreras, ávido de competir donde dieran alguna chula. Con qué orgullo llevaba la de mi primer maratón. Con el tiempo, la torre de mi armario fue creciendo y creciendo. Ahora ya las regalo casi todas, sólo me quedo con "larga distancia" y joyas de la corona. Pero me sigue pasando como con mis bandas favoritas, me sigue gustando lucir mis colores con esa actitud pueril de dagal imberbe. Pertenezco a la secta, soy triatleta, soy "ultrafondista". Ni mucho menos me define pero es algo importante para mí, es parte de mí.

Iba a poner "My Favorite T" de Lemonheads pero no hay versión decente. Dejo a Ryan Adams porque la única maratón cuya camiseta me haría verdadera ilusión vestir, sería la de Nueva York. La canción es "New York, New york". Como curiosidad, en el vídeo se puede ver una de las últimas imágenes de las torres gemelas, cuatro días antes del 11 de Septiembre de 2001. Me quedo con ganas de poner algo más del cantante porque hay unos cuantos vídeos muy buenos. Ya le dedicaré una entrada al prolífico e imbécil niño malo. Dedicado a Joserra, el Ryan Adams de la blogosfera, por lo de prolífico, no por lo de imbécil.

También dejo mi canción favorita de Nada Surf, el grupo neoyorkino, una de cuyas camisetas cacé al vuelo en un concierto, cuando la arrojó al público Daniel Lorca. Esta canción la bailé -más correcto sería decir "la salté- mucho en mis años mozos.



lunes, 10 de mayo de 2010

Béjar, una media de montaña sobre asfalto

Antecedentes a tener en cuenta: el lunes, caída en bici. Después de la mejor semana de entrenamientos del año, tocan cinco días parado, sin hacer nada y caminando por la vida al estilo John Wayne.
Hacía varios años que no corría en Béjar, una de mis carreras preferidas. Para los que no la conozcáis, su recorrido se puede resumir en trece kilómetros cuesta arriba, cuatro kilómetros medio llanos y cuatro cuesta abajo.
Me lo tomaba como un entreno de calidad y una prueba para ver qué tal andaba de mis dolencias tras la caída.
LLegué a Béjar exactamente diez minutos antes del comienzo de la carrera. No sé qué pasó. Me confié. Supongo que fue la lluvia en la complicada carretera y que se me fue la mano con uno de mis placeres más sencillos y accesibles, desayunar leyendo la prensa -ahora en pantalla-.

Aquí el desayuno.... iba a decir de un campeón... mejor de un globero de medio pelo... mejor de un globero sin pelo. Enganchado a las papillas desde hace muchos años, alimento básico atalantiano. Ésta es de las ricas, ricas. Si tenéis críos, no se os ocurra darle a los pobres papillas Hero, una cosa sin gracia, sin sustancia alguna. Ellos no se pueden quejar, ya os aviso yo.
De camino, la lluvia y las temibles nubes negras de la sierra me hicieron plantearme volverme a casa. Los jaramugos flojean.
Como contaba, llegué sin tiempo alguno. En cinco minutos estaba en chichas y embadurnado de reflex en mis numerosas y crecientes zonas delicadas. Mi calentamiento consiste en correr a toda velocidad a recoger el dorsal y sin solución de continuidad, unirme a la salida, ya en marcha, de la carrera.

Sobre el desarrollo de la prueba, me he sorprendido con los ritmos. A pesar de no haber entrenado nada de calidad este año, y aun jadeando, me siento cómodo, sufriendo a gusto. Los descensos son otro cantar. El coxis es la parte que me ha estado dando la lata toda la semana y bajando me duele. No puedo ir a tope. Hasta Candelario, no nos ha llovido demasiado. Aquí nos cae un chaparrón de los buenos, aunque metido ya en faena, a mí me da lo mismo. Muchos ya sabéis cómo es el pronunciado descenso hasta Béjar. La espalda me da la lata pero pasa pronto, son pocos kilómetros. Al final 1:35. Buen tiempo para las características de la prueba y para lo que esperaba. El sábado por la tarde tenía pensado correr la Media de Coria pero creo que voy a esperar a recuperarme totalmente. Me voy en bici a Salamanca para ver a Quique.

Cambiando de tema, he de confesar que le voy a ser infiel a uno de mis amores a primera vista. Ironmanu me ha dejado su sillín convencional para probarlo en la cabra. No queda otra. El duopower para esto no sirve.

"¡¡YO SOY ESPARTACO!!"

sábado, 8 de mayo de 2010

M

Al detenerse el tren, M. cerró el libro y levantó su cabeza prendida de rojos. Cuando el trayecto se reanudó, se quedó contemplando los ojos de un niño que le devolvían una inocente y risueña mirada de gélido y magnético azul. Hacía días, ¿meses?, que, cada vez con más frecuencia, se quedaba con la mirada fija en algo, contemplando absorta cualquier cosa, como si tratara de encontrar un significado oculto o alguna especie de sentido a lo que le rodeaba. El crío pronto perdió interés y continuó jugando con una niña de su edad completamente negra con un divertido cabello de apiñadas trenzas con lazos de colores. El alegre contraste del palido niño rubio con la oscura niña le llamó la atención. Por un momento, su adormecida curiosidad despertó. Su pizpireta y agresiva mirada volvió a la vida y escrutó el vagón. Excepto los padres de los críos, que miraban arrobados a sus vástagos, el recinto era un bosque de frágiles miradas perdidas, tristes y esquivas. Dentro de ese pequeño espacio convivía una completa representación de razas, atuendos y lenguas ahora adormecidas. Pensó en cómo había cambiado Madrid durante los últimos años. M. nunca sintió como una amenaza la pérdida de sus señas de identidad. La repentina explosión de culturas le parecía una bendición. Probablemente dentro de mil años, Madrid ya no existiría. Tras ímprobos esfuerzos, el hombre habría consumado su propósito: el planeta habría desaparecido por el desagüe de unas pestilentes cañerías. Pensó que antes de llegar el apocalipsis final, los últimos hombres y mujeres de toda procedencia se habrían mezclado, las razas habrían desaparecido y no tendrían sentido las diferencias. Sonriendo, recordó las palabras de Mark Renton: ya no habrá hombres ni mujeres, sólo gilipoyas. Tampoco existirían las religiones institucionalizadas, incapaces de frenar la contaminación . También las fronteras, los estados y las banderas no serían más que recuerdos de historias pasadas, estudiadas en pantallas por aburridos alumnos. "La patria es un verso", decía Lupi en "Martín H". Cuánta razón tenía. Sólo te puedes sentir cerca de los tuyos. ¿Y quiénes son los tuyos? Algunos de tu familia, tus amigos, aquellos conocidos que a lo largo de tu discurrir vital te dan algo y a los que tú también entregas parte de ti, que vienen, que marchan, que ayudan a construirte en una obra sin fin. Cuando sólo haya un extraño magma inaprehensible, existirán pequeños grupos o familias, regidos por consejos o asambleas, conectados a través de plataformas virtuales con otros grupos del mundo de intereses afines. Suprimidos los motivos de nuestras milenarias contiendas, ya no serán necesarias las guerras que no pasarán más allá de pequeñas disputas con vecinos. Y desaparecerá la mentira de las palabras, el miedo de nuestros corazones y el odio de nuestras mentes. O quizá sea precisamente entonces cuando el hombre muestre lo que realmente es, un animal implacable, ávido de autodestrucción, que no necesita excusas para acabar su tarea, cual niño rebelde y malcriado.
El tren paró y al bajar, por primera vez aquella mañana, fue consciente de que no conseguía desprenderse de esa extraña sensacion, esa ansiedad que últimamente le acompañaba por encontrar algo que no acababa de identificar. Y también se percató de que hacía tiempo que en su cabeza sólo sonaban canciones de los Smiths. La culpabilidad nunca duerme.


viernes, 7 de mayo de 2010

La magia del cine

"Nuestro propósito, nuestra lucha, es crear arte. Nuestra arma la imagen en movimiento y, puesto que es una imagen en movimiento, podemos acercarla o alejarla a nuestro entorno, convertirla en poesía mediante sombras que se alargan y se ocultan, iluminarla de modo que la luz esculpa los rostros, ya reflejen alegría o agonizen. Y envolverla en una música que perdurará para siempre porque tendrá un contexto, tan cierto como segura es la muerte. Somos científicos comprometidos con la creación de memoria, pero nuestra memoria no se enturbirá ni se desvanecerá".
(F. W. Murnau)

miércoles, 5 de mayo de 2010

La jugada perfecta, la droga perfecta

Momentos estelares del doping para los de mi quinta:

La mirada de asombro del "Hijo del viento" en la meta de los cien metros lisos de Seul



Rijs subiendo Hautacam con el plato cargado

Landis, con toda una etapa de montaña del Tour por delante, subiendo y bajando puertos "hors categorie" en solitario, frente al grupo de los elegidos, sin parar de aumentar diferencias.

La mitica subida a Alpe D´huez, pulverizando el mejor tiempo de ascensión, en el Tour del duelo Pantani-Ullrich.

Ahora que el doping dejó de ser noticia, que una semana sí y otra también "deportistas" profesionales son cazados, que hace tiempo que sólo hojeo las noticias de deportes porque no veo nada admirable en los héroes del cronómetro y sí en cambio en el abuelo que cruza la meta del Maratón de Madrid, mira tú por dónde, el otro día llamó mi atención una noticia sobre droga y deporte.
Se trata de un episodio que en Estados Unidos debió ser "mu mentao" en su momento. En 1970, Dock Ellis, pitcher de los Pittsburg Pirates, logró un "no hitter" que traduciendo significa que ningún bateador del equipo contrario consiguió golpear la bola. Lo alucinante -nunca el término estuvo mejor empleado- es que el amigo estaba puesto hasta arriba de LSD. Aquella mañana, después de dos días de fiesta, lo despertaron y le dijeron que tenía que jugar esa misma tarde. Todo el equipo sabía en qué condiciones se encontraba su compañero. No era capaz de fijar la mirada e incluso el "catcher" tuvo que colocarse cinta fosforescente en los dedos para mostrarle una referencia y atender a las señales.
El asunto ha vuelto a primera plana porque James Blagden confeccionó una historieta de cuatro minutos sobre el sucedido. La pequeña película ha sido nominadada a los premios Webby, algo así como los Oscar de la red. Aunque no controléis inglés, creo que se entiende bien y merece la pena. Los dibujos y la forma de narrar "tarantiniana" es genial. Sencilla, eficaz y graciosa. Este tipo debió ser un fenómeno. Claro, murió de cirrosis.
¿Esto es hacer trampa?

martes, 4 de mayo de 2010

Mandamientos para escribir, mandamientos para vivir


Os dejo una curiosidad, el decálogo que Hemingway estimaba necesario equipaje para escribir. Los mandamientos de un vividor, de un "bon vivant". Aparte de una férrea y rutinaria disciplina de trabajo, Hemigway devoró la vida con pasión, con fruición. Entre la euforia y la depresión, luchó, trabajó, viajó, folló hasta el fin. Cuando se le diagnosticó alzheimer, se descerrajó un tiro en la cabeza. No estaba dispuesto a soportar una decadencia sin esperanza. Una caída del telón muy novelesca para una vida novelesca.
Los mandamientos te pueden servir para escribir como, donde y lo que quieras. Los mandamientos te pueden servir para vivir.
1. Permanece enamorado.

2. Esfuérzate por escribir.

3. Mézclate estrechamente con la vida.

4. Frecuenta a escritores consagrados.

5. No pierdas tiempo.

6. Lee sin tregua.

7. Escucha música y mira pintura.

8. No intentes explicarte.

9. Sigue el impulso de tu corazón.

10. Calla: la palabra mata el instinto creador.

"El hombre que ha empezado a vivir más seriamente por dentro, empieza a vivir más sencillamente por fuera"

lunes, 3 de mayo de 2010

Keaton vs. Chaplin

Estos dias he estado viendo un par de películas de Chaplin y Keaton y me ha dado por escribir cuatro letras sobre este par de genios.

Tras el personaje torpe y triste de Keaton, se escondía una verdadero atleta, un cuerpo lleno de cicatrices por todos los trompazos que se daba en tantas escenas. Como es fácilmente presumible, al igual que posteriormente haría Ed Wood por distintas razones, aquí la primera toma era la que valía. Recordad algunas escenas del tren en "El maquinista de la general" o ésa que todos tenemos grabada en la mente, en la que la fachada de una casa se le viene encima, justo en el diminuto hueco de una ventana.

"Charlot" fue el personaje que lanzó a la fama a Charles Chaplin, individuo endiabladamente inteligente y genial, entre los más grandes de la historia del cine. Cuentan que era alucinante observar su metamorfosis de Chaplin a Charlot, cómo después de unos minutos, comenzaba a actuar como el entrañable y descacharrante personaje. Perfeccionista enfermizo, pronto se dio cuenta de lo importante que era la libertad e independencia para un creador por lo que asumió las tareas de director y productor. Tal vez debido a ello, mientras Keaton no superó la llegada del "sonoro", él consiguió hacerse más grande. Chaplin, en un detalle que le honra, reivindicó a su compañero con su participación en "Candilejas". Otro pequeño gran homenaje digno de mención, fue su fugaz aparación en "El crepúsculo de los dioses", la obra maestra de Billy Wilder.

Me ha costado elegir los fragmentos para ilustrar la entrada; finalmente cómo vieron el boxeo estos dos fenómenos. Recuerdos de infancia, ¿ahora los dagalis ven estas cosas?